¿Qué es una estación de carga de vehículos eléctricos?
Del mismo modo que un vehículo propulsado por un motor de combustión interna precisa llenar su depósito de carburante, un vehículo eléctrico o PHEV tiene las mismas necesidades.
Así, atendiendo a la diversificación del parque móvil español, una estación de carga de vehículos eléctricos -también conocida como electrolinera- cubre las necesidades energéticas de los motores propulsados total o parcialmente por una batería.
Con todo, una electrolinera no solo es un punto donde enchufar un vehículo eléctrico o PHEV sino que se trata de un establecimiento que, a menudo, incluye otros servicios complementarios donde se puede disfrutar durante el tiempo de espera.
¿Cómo identificar una electrolinera?
Dado que la metamorfosis del panorama de la movilidad en España se encuentra ya en una fase avanzada, la Dirección General de Tráfico (DGT) se ha comprometido recientemente a facilitar a los conductores la identificación de las estaciones de carga incluyendo una señalización específica.
Gracias a las nuevas placas ya no es necesario utilizar una app móvil para localizar las estaciones de carga de vehículos eléctricos más cercanas, basta con identificar a pie de vía los siguientes pictogramas ya incorporados en el catálogo oficial de señales de circulación.
La señal que incluye un cargador verde con las siglas EV indica la proximidad de una estación de carga de vehículos eléctricos. Si, además, incluye un surtidor de carburante de color negro, hablamos de una gasolinera tradicional que también dispone de estación de carga para vehículos eléctricos. Y finalmente, si la señal incluye los dos pictogramas anteriores y un surtidor azul con las letras de GLP, indica la proximidad de una estación de servicio que también dispone de Gas Licuado de Petróleo o autogas.
¿Cuántos modos de carga existen en las electrolineras?
Si durante una ruta por carretera es necesario hacer una parada en el camino para utilizar una estación de carga de vehículos eléctricos, conocer los distintos modos de carga es fundamental.
Así, en función del nivel de comunicación entre el vehículo eléctrico y la infraestructura de recarga, el control que se pueda ejercer del proceso y la velocidad de carga, se pueden identificar cuatro modos.
- Modo 1. En este caso no existe comunicación entre la toma de corriente (que utiliza el tradicional conector Schuko) y el vehículo. Se realiza con corriente alterna a una intensidad máxima de 16 A y demanda una potencia de unos 3,7 kW, por lo que solo permite realizar una carga lenta. Así, el modo 1 puede prolongar el proceso de recargar la batería entre seis u ocho horas.
- Modo 2. Aunque solo permite realizar una carga lenta, en este caso el grado de comunicación con la red eléctrica es algo mayor. Este modo, que también utiliza corriente alterna, incluye un cable con un dispositivo intermedio de control que permite al usuario verificar la correcta conexión del vehículo a la red de recarga.
- Modo 3. Al garantizar un elevado grado de comunicación con la red, este modo permite una carga semi rápida. Los dispositivos de control y protección se encuentran dentro del propio punto de recarga del coche eléctrico, siendo el cargador de instalación más habitual en los domicilios o lugares de trabajo. Además, dependiendo del vehículo, este modo demanda un conector tipo Mennekes, SAE J1772, Combinado o Scame.
Al igual que en el modo 2, también es posible monitorizar la recarga de los coches eléctricos, que utiliza corriente alterna y monofásica. Aunque, por lo general, la intensidad es de 32 A y la potencia máxima de 7,4 kW, si la carga es trifásica la intensidad puede ascender a los 63 A y la potencia alcanzar un máximo de 43 kW. - Modo 4. El elevado grado de comunicación con la red permite ofrecer una carga rápida en corriente continua gracias al conversor incorporado. Este modo garantiza una potencia mínima de 50 kW aunque, si alcanza los 350 kW, podemos hablar de carga ultrarápida.
Habitual en electrolineras y lugares de uso público, estos puntos de carga de coches eléctricos incluyen el cable de conexión y solo admiten conectores tipo CCS Combo y CHAdeMO.
Si bien el tiempo de carga estimado dependerá del tipo de vehículo, una carga del 80% suele completarse en unos 30 minutos. A pesar de su rapidez frente a los demás modos de carga, en Athlon recomendamos utilizarlo solo de forma puntual ya que favorece el deterioro de la batería.
¿Cuál es la mejor forma de cargar la batería de un vehículo eléctrico o híbrido enchufable?
Para prolongar la vida de la batería de un coche eléctrico o PHEV en Athlon recomendamos, sin duda, hacerlo según el modo 3, es decir, siguiendo el proceso de carga semi rápida.
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