¿Qué causa la fatiga al volante?
Sin duda, la causa principal de la fatiga al volante es la falta de descanso. Con todo, en este factor de riesgo influyen factores relacionados con el vehículo, el entorno o el propio conductor.
- Factores relacionados con el vehículo. Se considera que circular con una temperatura inadecuada en el interior del vehículo (demasiado calor o frío), una mala ventilación, una iluminación deficiente, un ruido molesto o exceso de vibraciones e incluso un asiento incómodo son factores que afectan al estado del conductor y aumentan el nivel de fatiga.
- Factores relacionados con el entorno. Las retenciones de tráfico o la falta de fluidez, realizar un trayecto poco conocido, las malas condiciones de la calzada o una climatología adversa requieren de una mayor atención y concentración del conductor incrementando, por tanto, la fatiga al volante.
- Factores relacionados con el conductor. En trayectos largos, no realizar las paradas recomendadas para descansar es una de las principales causas de la fatiga al volante relacionadas directamente con el comportamiento del conductor. Descansar correctamente antes y durante el viaje es fundamental, pero esta no es la única causa de la fatiga. Así, se considera que conducir a una velocidad excesiva, con prisa o sometido a mucho estrés, con hambre o con el estómago demasiado lleno, bajo los efectos del alcohol, enfermo o incluso fuera de un horario habitual son factores que elevan el nivel de fatiga al volante.
¿Cuáles son los efectos de la fatiga en la conducción?
La fatiga durante la conducción incrementa notablemente el riesgo de sufrir o provocar un accidente. Por este motivo, reconocer los signos y síntomas de la fatiga en la conducción no solo ayudará a comprender mejor el alcance del riesgo, sino que contribuirá a detectarlo y frenarlo a tiempo.
En resumidas cuentas, la fatiga altera las siguientes capacidades implicadas en una conducción segura:
- Visión. La fatiga altera la visión volviéndola borrosa, aumentando el número y la duración de los parpadeos, reduciendo el campo visual e incluso generando ilusiones ópticas. Además, cabe recordar que la reacción natural y espontánea del cuerpo es combatir la fatiga durmiendo y ese momento no se puede controlar.
- Audición. Uno de los efectos de la fatiga en la conducción es la disminución de la sensibilidad auditiva lo que provoca una pérdida notable de información sonora. Además, puede generar una reacción brusca y desmesurada ante sonidos repentinos como el de un claxon, por ejemplo.
- Sensaciones corporales. Además de la sensación de pesadez, hormigueos, picores o calambres en brazos y piernas, es habitual que la fatiga en la conducción produzca pequeñas migrañas y dolores en la nuca y espalda.
- Movimientos. El cansancio y la fatiga al volante se manifiestan también con movimientos más lentos y menos precisos. Los bostezos o la necesidad de cambiar de postura con frecuencia, de realizar estiramientos, de cambiar de posición en el asiento o el incremento de los movimientos repetitivos evidencian un estado de fatiga.
- Comportamiento. La fatiga durante la conducción produce cambios en el estado anímico que se traducen en una mayor desgana al volante y sensaciones de ansiedad e irritabilidad, estados que llevan al conductor a asumir mayores riesgos.
- Toma de decisiones. Conducir con fatiga no solo afecta al razonamiento y perfección de las situaciones, sino que aumenta en más de un 86% el tiempo de reacción al volante
5 consejos básicos para evitar la fatiga en la conducción
Identificadas las causas, los efectos y los signos de la fatiga al volante es el momento de saber cómo combatirlos. Si tienes previsto realizar un viaje largo por carretera, es fundamental seguir estos consejos para reducir el cansancio y garantizar una conducción segura.
- Asegúrate de dormir al menos 7 horas la noche anterior y respeta, en la medida de lo posible, tu ritmo circadiano de sueño.
- Durante el viaje, realiza descansos de unos 15 minutos cada 2 horas o 200 kilómetros en las áreas y estaciones de servicio.
- Aprovecha las paradas para moverte. Sal del coche, camina, haz estiramientos…
- Cuida la hidratación ya que la falta de líquidos reduce la atención, provoca dolor de cabeza e incrementa el cansancio muscular.
- No ingieras comidas copiosas, pesadas o altas en grasas para evitar la somnolencia y prioriza alimentos como los plátanos o el aguacate, ricos en fibra y minerales, o el cacao, con propiedades estimulantes.
Fieles a nuestro compromiso con la seguridad, en Athlon no solo te ayudamos a identificar y combatir este factor de riesgo, sino que ponemos a tu disposición una flota de vehículos de renting moderna y segura.
En nuestras opciones de renting puedes encontrar vehículos con los últimos avances tecnológicos capaces de alertar al conductor en caso de fatiga, como el sistema Attention Assist de Mercedes-Benz, entre otros.
Eliminar los factores de riesgo al volante es fundamental para garantizar un trayecto seguro. ¿Te acompañamos?